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SIGNIS ALC

21 mayo 2019

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SIGNIS y su presencia en festivales internacionales de cine: construyendo una cultura de diálogo y de paz

SIGNIS y su presencia en festivales internacionales de cine: construyendo una cultura de diálogo y de paz

OCIC / SIGNIS comenzó a crear jurados ecuménicos desde 1973, junto con los críticos de cine protestantes de INTERFILM/ WACC. Mientras que nuestra Asociación ha propuesto jurados interreligiosos desde la década de 1990.

 

SIGNIS Mundial – Guido Convents

 

Bruselas.- SIGNIS es el resultado de la fusión de OCIC (Organización Católica Internacional del Cine) y Unda (Organización Católica Internacional para la Radio y la Televisión) en noviembre de 2001. OCIC y Unda querían promover una sociedad en la que la solidaridad, el respeto, la esperanza, la espiritualidad y la dignidad humana, es decir, los valores del evangelio, sean clave y proyectarlos a través del cine y de la radio.

 

Una de las formas de promover la paz y los valores cristianos era hacer presencia en el mundo internacional del cine. Después de la Segunda Guerra Mundial, los críticos de cine de OCIC vieron en los festivales de cine, un lugar privilegiado para su acción.

 

La ventaja era, y sigue siendo, que las películas podían verse en un festival antes de que se estrenaran en todo el mundo y, en ese sentido, un premio podría llamar la atención sobre la película. Desde 1947 hasta 2002, OCIC otorgó su Premio homónimo. Desde 2002, el jurado católico internacional ha sido nombrado Jurado SIGNIS.

 

OCIC / SIGNIS comenzó a crear jurados ecuménicos desde 1973, junto con los críticos de cine protestantes de INTERFILM/ WACC. Mientras que nuestra Asociación ha propuesto jurados interreligiosos desde la década de 1990.

 

Hoy, el mundo católico está representado a través de SIGNIS en unos 40 festivales internacionales de cine y televisión.

 

En 1947, OCIC fue invitado por el Festival Internacional de Cine de Bruselas para crear un jurado católico internacional por primera vez. El jurado estuvo compuesto por críticos de cine seleccionados por diferentes asociadas nacionales de OCIC.

 

La idea era que estos miembros representaran a sus asociaciones nacionales y fueran responsables ante ellos. No formaron parte del jurado para expresar su opinión personal, sino la opinión de sus comunidades, de acuerdo con los criterios discutidos y aceptados por los miembros de las asociaciones nacionales.

 

La autoridad de otorgar un premio OCIC sería pronto aceptada como legítima en todo el mundo por católicos y no católicos.

 

El primer premio OCIC en Bruselas fue para la película del director italiano Luigi Zampa Vivere en Pace (Live in Peace). La película era una reflexión contra la guerra, al tiempo que denunciaba el racismo.

 

Ya en la década de 1960, los directores de festivales de cine comenzaron a invitar a jurados de las iglesias protestantes además de los jurados internacionales católicos. Los jurados protestantes estaban compuestos por miembros de INTERFILM. Esta asociación fue fundada en 1955 en París por delegados de asociaciones de cine protestantes en Europa, su sede fue definida en Berna (Suiza). Su objetivo era y sigue siendo desarrollar una red internacional para el diálogo entre las iglesias protestantes y el cine, promoviendo la apreciación del significado artístico, espiritual y social del cine y llamando la atención sobre la relevancia de la teología y la religión para el cine.

 

En un país como Suiza, donde el movimiento ecuménico era omnipresente, el presidente del festival internacional de cine de Locarno pidió a la OCIC e Interfilm, que tenían jurados en Locarno, que crearan un jurado ecuménico para la edición de 1973.

 

Un año más tarde, y con la bendición de la Conferencia de Obispos franceses, los jurados de OCIC e Interfilm se transformaron en un único jurado ecuménico en Cannes.

 

El primer premio ecuménico en Cannes fue la película alemana Angst Essen Seele Auf, de Rainer Werner Fassbinder. Esta película sigue siendo importante: una viuda católica comienza una relación con un joven musulmán en Alemania, lo que originó una gran polémica en Alemania.

 

Actualmente, SIGNIS e INTERFILM organizan jurados ecuménicos en festivales internacionales como Locarno, Cannes, Berlín, Kiev, Ereván o Friburgo. El jurado ecuménico otorga premios a las películas y cineastas conforme criterios como la alta calidad artística, perspectiva del evangelio, responsabilidad cristiana y progreso humano, impacto universal y expresión creativa, entre otros.

 

Desde la década de 1950, varias películas que representaban a otros grupos religiosos (Indhi, budistas y musulmanes) recibieron reconocimientos de jurados internacionales católicos y ecuménicos. OCIC, SIGNIS y también INTERFILM ya habían estado presentes en jurados en países musulmanes, otorgando premios a películas ubicadas en otras comunidades religiosas e incluso incorporando críticos judíos y musulmanes en varios de sus jurados.

 

Para INTERFILM y SIGNIS, el diálogo con otras religiones siempre estuvo presente, pero sin plasmarse en las políticas de ambas organizaciones. En SIGNIS, el trabajo interreligioso en festivales de cine se convirtió en parte de la vida institucional de la Asociación bajo la presidencia de Peter Malone (1998-2005). Él vio el trabajo conjunto con representantes de cristianos y no cristianos en jurados interreligiosos en festivales de cine, como otra contribución de SIGNIS a la promoción de los medios como una cultura de paz.

 

A partir de 2003, SIGNIS y a partir de 2005, INTERFILM, han integrado a representantes de diferentes credos en distintos jurados.

 

Tras la invitación al festival, los miembros de SIGNIS e INTERFILM en Suiza desarrollaron un proyecto de jurado interreligioso en el festival Visions du Réel de Nyon, que incluía como invitados a un crítico musulmán y a un profesional judío interesado en el diálogo interreligioso.

 

Desde 1947, miembros de OCIC / SIGNIS han otorgado premios a casi 2 mil 500 películas. Estos reconocimientos reflejan la forma en que la organización se fijó no solo en el tratamiento de la película, sino también en su mirada sobre la religión y los valores humanos a lo largo de estas décadas.