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The Scandinoir

SIGNIS ALC

13 agosto 2020

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Casa Crítica

Scandinoir, el nuevo género

Scandinoir, el nuevo género

Hace más de veinte años se inició en la literatura escandinava una revolución que trajo como consecuencia un nuevo género literario que apareció en las pantallas por primera vez con la saga criminal del detective Wallander.

En 2005 salió Millenium con Los hombres que no amaban a las mujeres”.

Mientras, en Noruega Jo Nesbø, un ex futbolista y rock star se convirtió en una celebridad literaria con El muñeco de nieve”.

Este nuevo género se llama Scandinoir o Nordicnoir porque provienen de países que tienen una base común. Son sociedades con baja densidad de población y pocos crímenes al año, altamente educadas y definidas por un marcado bienestar económico. Por eso los asesinatos brutales resultan una anomalía, la punta de un iceberg que alerta sobre lo sumergido, que convierte al crimen en un signo de alerta. Preocupa menos el “quién” que el “por qué”,interrogante que resulta el enigma recurrente de todas las narrativas.

En Case” (2016) el suicidio de una joven bailarina destapa un entramado de corrupción y pornografía. En Borderliner” (2017) un cadáver a la vera del rio desemboca en un entramado de tráfico de drogas y connivencia policial. En Karppi (2018) una mujer es enterrada en los deshabitados contornos de una misteriosa empresa; y en Trapped (2015), un cuerpo mutilado aparece flotando en las heladas aguas que limitan con Dinamarca, durante la víspera de una tormenta que dejará aislado al lugar.

Si bien la referencia a las oscuridades morales de una sociedad a través del crimen ha sido la distinción de film noir y su antecedente literario, la particularidad de la tradición escandinava está en el desconcierto que genera la emergencia de horrores y brutalidades en contextos de mayor bienestar y menor desigualdad. Por ello el aislamiento, al contrario de la opresiva urbanidad y el hacinamiento que eran claves en la serie negra americana, se convierte en un contexto recurrente. Todos los entornos del scandinoir son pequeños pueblos o ciudades tranquilas, zonas fronterizas o entornos naturales alejados de las metrópolis y lagos helados, resulta la geografía preferida de los asesinos para enterrar a sus cadáveres.

Por último, el paisaje desolado siempre se combina con las inclemencias climáticas. Días que nunca terminan, como en Case, en la que ese verano templado y luminoso prolonga la vigilia y acentúa la obsesión de su investigadora, noches que se hacen perpetuas, marcadas por la nieve persistente, las tormentas furiosas y el frío escalofriante. Esa elasticidad del tiempo impregna el estado de ánimo de los protagonistas, siempre signados por pérdidas recientes, turbulentos regresos a sus pueblos de origen, adicciones severas o familias disfuncionales.

Las tomas aéreas por la nieve son el preámbulo del oscuro descubrimiento de un orfanato estatal centro de violencia y abuso en Los asesinatos de Valhalla (2019).

Todos los detectives desde Wallander hasta Sorjonen (2016) lidian con sus propios fantasmas al mismo tiempo que con el crimen que investigan. Son hombres y mujeres solitarios, ecos de un persistente malestar social, navegan en un mar de tragedias escondidas bajo la aparente armonía de esas sociedades modelo, erigidas en el frío escenario escandinavo. Estas series están disponibles en Netflix.

Graciela Falabella, SIGNIS Argentina