Por Graciela Falabella*
Marta (Vanessa Kirby) espera su primera hija con su pareja Sean (Shia LaBeouf), por unos pocos minutos están en las últimas etapas de preparación para su vida con un bebé: ella se despide de sus compañeros de trabajo y se lleva sus cosas, el sale de su trabajo como obrero de la construcción con el orgullo de saber que va a ser padre.
Ya en la casa juntos, Marta entra en trabajo de parto y por treinta minutos en una sola toma sin cortes se ve la representación más cruda y realista de un parto casero que se haya filmado. Es un parto difícil y la situación se complica cuando la partera no está disponible y envía a un remplazo. A pesar de todo se produce el nacimiento de la niña, la madre la tiene sus brazos, el padre le saca fotos, hasta que la partera se da cuenta que no respira. Cuando llega la ambulancia ya no había nada más que hacer.
Después se ven las formas en las que cada integrante de la pareja va encarando para sanar tanto dolor.
Marta intenta seguir adelante con su vida, pero constantemente recuerda lo que pasó, de diversas maneras, viendo niños jugando en el subte, encontrándose con una indiscreta amiga de su madre en el supermercado o pasando por todos los cambios físicos postparto, sin importar si el bebé haya sobrevivido o no. También participa de la imposición de tomar determinadas decisiones que no son las suyas en cuanto al entierro y una batalla legal contra la partera sustituta.
Vanessa Kirby, la actriz inglesa que interpretó a la princesa Margarita en las dos primeras temporadas de “The Crown”, es una especie de robot duro y determinado que alterna entre estar totalmente desconectada y agresivamente furiosa, mientras que su marido cae en el alcohol, las drogas y los arrebatos de violencia.
Quieren volver a la rutina pero ninguno de los dos es el mismo y sólo se agreden.
La pareja comienza a destruirse irremediablemente, los separa un abismo de dolor imposible de sanar.
Si la incomodidad visceral se siente tan auténtica es porque la historia es personal para el director húngaro Kornél Mundruczó y su pareja, Kata Wéber que escribió el guion basada en su propia historia de perder un hijo pero la delicadeza con la que es tratado lo convierte en un drama que no cae nunca en el melodrama. Se percibe una sensibilidad especial en la forma de meterse en un tema desgarrador, poniendo la cámara en planos cortos en los que se ven los mínimos detalles de los rostros, las miradas, el tono de la piel, el color de las uñas. La primera media hora es la que recibe más atención, pero hay otras escenas sorprendentes de dolor y enojo incluyendo una pelea hacia el final entre Marta y su madre (Ellen Burstyn), una impecable belleza de ochenta y ocho años, la gran actriz de “El exorcista”, “Alicia ya no vive aquí” y otras grandes actuaciones, juega un rol importantísimo ayudando a su hija a superar una etapa de dolor para la cual nadie está preparado. Es ella quien toma las riendas de la situación contando su propia historia del Holocausto y los esfuerzos de su madre para subsistir.
Los padres se van primero que los hijos es el hecho natural, cuando sucede al revés el ser humano se desconcierta y busca una salida, no lo soporta y es inaceptable pedir razones, por eso Marta da un valiente testimonio en favor de la partera porque sabe que lo que tuvo, no lo va recuperar en un juicio, ni con una compensación económica.
Vanessa Kirby, se come la pelicula, su actuación es inolvidable, se muestra vulnerable y gélida y seguramente va a conseguir alguno o varios premios esta temporada. Lo mismo se puede decir de Burstyn en el difícil papel de reparto que domina.
La película no es apta para todos, pero es importante porque ayuda a avanzar en la conversación sobre abortos espontáneos, un trauma que las parejas, pero especialmente las mujeres han tenido que llevar en silencio.
El productor ejecutivo es Martin Scorsese, esto tiene un valor en sí mismo por su trayectoria como gran director.
En Argentina se acaba de votar el aborto. Resulta grato ver obras cinematográficas que muestren el valor de la vida.
Sinopsis:
La muerte de una beba recién nacida en un parto hogareño, desata la imprevisible ruptura en un matrimonio que se va derrumbando a pedazos. Todo sucede en ocho fechas precisas que aparecen en la imagen de un puente en construcción.
Ficha Técnica:
Dirección: Kornél Mundruczó.
Guion: Kata Weber
Género: Drama
Duración: 2h 8min.
Elenco: Vanessa Kirby. Shia La Beouf. Liza Schlesinger. Ellen Burstyng. Molly Parker. Sarah Snook. Ben Safdie.
Público adecuado: Adultos. Jóvenes. Erotismo medio. Escenas de nudismo. Sexo velado. Violencia media. Tema muy sensible.
Calificación técnica: Excelente.
* Crítica cinematográfica, socia de SIGNIS Argentina