Es un impactante documental de más de tres horas de duración, realizado por el director español, Luis López Carrasco.
Narra la especial situación económica y política que se vivió en Cartagena, Murcia, en 1992 cuando España festejaba los quinientos años del descubrimiento de América, las celebraciones de Barcelona con las Olimpiadas y la Feria Internacional de Sevilla. Nada tenían que ver con la gravedad de lo que vivían en Cartagena, trabajadores que en 180 días hicieron ciento cuarenta y siete movilizaciones para pedir que se les conservara el puesto de trabajo ya que la entrada de España en 1986 a la Comunidad Económica Europea requería una reconversión laboral y económica sin precedentes.
Al no ser oídos ni representados se produjo el incendio del Parlamento de Murcia, un hecho sin precedentes en España.
El director logra los testimonios de muchos trabajadores de aquella época y de jóvenes que vivieron esos acontecimientos en unas charlas amigables en el bar “Tana” de Cartagena. Lo hace a través de un recurso muy arriesgado con una pantalla partida al medio en la que conversan en espejo los protagonistas.
Para conocer más detalles de esta película premiada por el Jurado de SIGNIS y también por el Jurado Oficial del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, entrevistamos a su director, Luis López Carrasco.
¿Cuándo empezó en vos esta vocación por el cine?
Mi padre siempre ha sido muy cinéfilo y todos los días ponía una película en VHS con mi madre o amigos. Recuerdo como momento muy determinante que cuando tenía 14 años pasé una temporada de enfermedades y muchas mañanas me ponía una película del armario de mi padre. Encontré Blade Runner y recordé mi obsesión de cuando tenía 6 años con esa misma película. Fue como encontrar un álbum de fotos escondido. Ahí decidí dedicarme al cine.
Empecé a hacer cursos y a los 23 años me diplomé en dirección cinematográfica.
En 2008 junto a otros 2 compañeros de promoción, Javier Fernández y Natalia Marín, montamos un colectivo de cine experimental para la creación de imágenes desde una perspectiva lúdica. Ahí empezamos a hacer nuestras primeras obras, un largometraje “Los Materiales” que tuvo mucha repercusión y fue premiado en Marsella.
¿Cómo surge este documental?
Surge como respuesta a una película anterior rodada en solitario llamada “El Futuro” un colectivo de gente joven en 1982 en Madrid. El relato de bienestar que había en la sociedad española, hedonismo, prosperidad y la movida madrileña, filmada en 2011, luego de la crisis de 2008 las cosas habían cambiado en el orden económico.
La vio el Director de Filmoteca Española, quien me dijo que faltaba hacer la narración sin indulgencia de algunos momentos de la vida económica de España que no formaba parte de esta zona tan “espumosa” de la sociedad. Empecé a documentarme en el proceso de reconversión industrial. Con mi experiencia anterior en archivos fílmicos comencé a buscar hechos relevantes como el incendio del parlamento de Murcia y a la falta de testimonios concretos de esos hechos me decidí a hacer una película que lo graficara.
Llamé a un amigo de Cartagena que hizo de coguionista llamado Raúl Liarte, que es el chico que cuenta el primer sueño y fuimos a hacer las entrevistas con los actores originales de aquella época. José Ibarra sindicalista e historiador nos acompañó y trajo a los líderes históricos.
También nos contactamos con organizaciones de vecinos quienes ayudaron con el casting. Poniendo carteles por las calles fuimos llegando a las personas. Trabajadoras del polígono industrial fueron invitadas, como a los dueños del bar que es el centro del relato. Había que generar las dinámicas inesperadas, pero siempre con reglas de juego claras que mostraran que no hay abuso de confianza en lo que decían los personajes.
¿Qué formato fotográfico utilizaste?
Hi 8 de modo para que tuviera el look de los 80 y no distinguiera si era material de archivo o nuevo. Igualmente se hizo vestuario que colaborara en el objetivo.
Intento que mis rodajes no parezcan rodajes sino algo natural, sin focos, etc.
¿Cómo hacías para que frente a cámara ellos hablaran tan naturalmente?
Yo estaba interesado en el cine del director brasileño Eduardo Coutinho y a través de María Campaña, que es una programadora ecuatoriana, me contacté con sus asistentes de casting para ver cómo se hacía para dar con todas esas personas que cuentan cuestiones sobre su vida y de manera tan vital.
Para conseguir la sencillez se les puso micrófonos en la ropa y caminaban al set hablando normalmente entre ellos. Igualmente pasaba en el almacén, donde comían los personajes. El guionista era el camarero, y el otro era Víctor el Director de Arte. En las mesas cercanas había gente filmando. Pudimos estar con ellos mucho tiempo y logramos mucho material, aunque solamente filmamos 9 días.
¿Por qué la pantalla partida?
Fue una decisión de los primeros días, queríamos grabar planos que pusimos en paralelo y nos dimos cuenta de que era muy buena idea para que el espectador pudiera navegar con su mirada de diferente manera. La idea de estar en silencio, tener diferentes focos de atención se reproducía muy bien en la doble pantalla. Estás más dentro, más entrometido en sus conversaciones.
No deja de ser una película en la que muchas personas, muchos rostros hablan desde de su intimidad. Están solos y acompañados a la vez.
¿Qué proyectos tienes?
Tenemos una entrevista con el primer insumiso al servicio militar, que lo llevó a la cárcel y queremos hacer una película con esta historia.
Redacción: Graciela Falabella, SIGNIS Argentina