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El agente Topo

SIGNIS ALC

30 marzo 2021

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Casa Crítica

El agente Topo

El agente Topo

Por Graciela Falabella-SIGNIS Argentina

Los temas humanos son los que le interesan a Maite Alberdi y los sabe retratar como nadie en sus documentales.

Desde el comienzo de su carrera se concentró en los encuentros de su abuela y en los jóvenes Down, ahora nos presenta un geriátrico donde van lo que no tienen familia o poco tiempo para tratarlos, son mayores enfermos y causan problemas.

En el primer documental La Once”, 2014, contó con rigor y mucha calidad humana las reuniones que celebraban las amigas de su abuela desde la salida del colegio secundario durante sesenta años. El resultado es una película encantadora que estuvo disponible en Netflix como dos años y la vimos y recomendamos siempre que alguien preguntaba “¿Qué puedo ver, que sea bueno y divertido?”. La respuesta era invariable La Once”. Meterse en ese universo era algo conmovedor, muy interesante y divertido.

Su segundo documental, Los Niños”, se presentó en el Bafici, Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires en 2016, allí donde tuvimos oportunidad de entrevistarla y conocer sus estudios con documentalistas como Filibert, un cineasta francés, que hace documentales de observación y seguimiento”,

Los Niños” abordaba el universo de estos jóvenes que van a una escuela especial en la que aprenden todo lo esencial para ser autosuficientes, pero claro sobreviven a sus padres y no existen leyes adecuadas que los protejan.

En El Agente Topo”, también vemos a los abuelos” muy cuidados, pero en el fondo con una gran soledad.

Todo comienza cuando un inspector privado Rómulo Aiken, ex detective de la PDI (Policía de Investigación de Chile), le encargaron investigar el supuesto maltrato que padece Sonia Pérez en el interior de un asilo de ancianos. Para ello, coloca un aviso en el diario para dar con un hombre octogenario que se infiltre en el lugar y despache informes de la situación.

Inicia la búsqueda de un agente encubierto mayor de ochenta años a partir una escena absolutamente cómica, donde los candidatos demuestran muy cándidos que no entienden nada de internet. Aparece Sergio que algo entiende o cree entender y comienza el detective a enseñarle el uso de WhatsApp, es una escena desopilante. La tarea es muy concreta espiar a Sonia Pérez y reportar cualquier detalle que interese a la investigación.

Sergio es el elegido y va con su hija a aceptar el trabajo. La hija tiene reparos, le parece que su padre está haciendo algo ilegal al espiar a los mayores internados, allí se escucha la voz de la directora Maite Alberdi y apenas se la ve por un instante, aclarando que su equipo está trabajando en el lugar desde hace meses y no hay nada que temer.

La propuesta es divertida debido a que este agente topo no es precisamente un espía entrenado y las averiguaciones que tiene que hacer, no son para salvar al mundo.

Le proveen de unas gafas con cámara y al activarla se cuela el equipo de filmación y la propia directora, detrás de la otra cámara de mayor alcance.

Sergio (el agente topo) ingresa al hogar de ancianos. Inmediatamente comienza con sus preguntas y la búsqueda del “blanco” (Sonia Pérez). El ejercicio que propone la directora es entrenar a Sergio (actuando de sí mismo) para que entreviste a los abuelos a modo de sustancia dramática del ejercicio documental propuesto.

Después de estas escenas de ficción entramos finalmente al desarrollo del documental, es decir al Instituto San Francisco ubicado en Los Montes.

Allí Sergio, comienza a interactuar con los internados, especialmente las mujeres que lo encuentran adorable por ser tan educado y caballero.

Una de ellas se enamora verdaderamente y se lo cuenta a las otras señoras, es feliz, vuelve a sentir algo que ya consideraba perdido, pero al declararse a Sergio, él le contesta que hace poco que falleció su mujer y no está preparado para iniciar una relación.

Desde el humor esta historia se narra para después ahondar en el fondo del asunto en un hogar de ancianos, muchos familiares apenas visitan a sus parientes y otros simplemente optan por deslindar responsabilidades y abandonarlos.

Sergio es el comodín que emplea Maite Alberdi y por sus palabras nos enteramos de la realidad tratada por el documental.

Los entrevistados tienen siempre a Sergio como interlocutor y la cámara se aleja de la imagen rígida tan típica de los documentales. Esto es, la realidad está mediada por este comodín que da cuenta de las conclusiones dramáticas a las cuales llega la directora.

Las primeras son entrevistas muy generales y el espectador se entera de la cáscara de sus personalidades: una abuela poeta, una abuela con Alzheimer, una abuela coqueta, otra antisocial.

El detective Aitken visita a Sergio en el Hogar y este último no entiende porqué la cliente (la madre de Sonia Pérez) no la va a visitar y trasunta sus preocupaciones a través de una investigación. Sergio se da cuenta de que su trabajo es una mera excusa con el fin de que los familiares no se hagan cargo de la anciana y para que la hija descargue sus culpas morales.

Es aquí donde Sergio empieza a hacer preguntas más íntimas y las señoras le confiesan la verdad.

Comienza, entonces, el viraje hacia el verdadero drama que es reforzado por diálogos a veces muy simples, y da la impresión de que estos abuelos están muy desconectados de la realidad y hay que tratarlos como si fueran unos niños.

Prima la soledad que sienten, su miedo al abandono, volviendo a un único tema: «La soledad es lo más grave de este lugar».

La elección del Hogar retratado es una casa bastante bien equipada, con lugar para hacer celebraciones, con abundante personal, todos de muy buena disposición y el cual incluso cuenta con una capilla católica en su interior.

Hasta aquí el tema de la soledad hará sentir culpable a un inmenso universo de hijos que relegan a sus padres en un asilo de ancianos.

Es indudable que Maite pinta un hogar de ancianos de una excelente calidad, en todo sentido, el edificio en perfectas condiciones de limpieza y comodidad, ayudantes que se desviven por hacerles más llevadero el vivir todos juntos. Lamentablemente no es la realidad de nuestros países y menos de los institutos estatales, pero Maite elige este porque es en una muestra acabada de la soledad que sienten los abuelos que nadie los visita, ni en este geriátrico Vip, ni en ninguno. Los viejos son un problema para una sociedad hedonista, que solo muestra que la juventud tiene el derecho de vivir la vida sin importar la familia, algo que el Papa Francisco trata habitualmente los mayores son “los descartables”.

 

Sinopsis:

Un agente infiltrado da reportes diarios sobre las condiciones en las que viven los internados en un hogar de ancianos.

 

El agente Topo

Año 2020

Género: Documental

Duración: 1h 24min.

Dirección: Maite Alberdi

Guion: Maite Alberdi

Elenco: Petronila Abanca. Rómulo Aitken. Sergio Chami. Zoila González. Marta Olivares. Rubira Olivares. Berta Ureta.

Público adecuado: Adulto. Jóvenes. No erotismo. No violencia. Enfermedades.

Calificación técnica: Muy buena

Recomendación: Una linda historia a pesar de los sinsabores de la vejez.

Premios:

Nominada al Goya como Mejor película de Hispanoamérica.

Nominada al Óscar como mejor Documental.